Desde el comienzo del ministerio de Jesús, seguirlo como el verdadero Rey y Mesías significaba ir en contra de la cultura circundante. Y para muchos cristianos, esto fue lo que causó persecución y conflicto en sus comunidades. La iglesia de Tesalónica estaba enfrentando persecución, pero Pablo les escribió para animarlos a que fueran fieles. También los guió a que respondan a la persecución con amor, enfrentando la oposición con gracia y generosidad. Esta forma de vida está motivada por la esperanza en el Reino venidero de Jesús que ya ha comenzado.
Esperanza en medio de las dificultades
La carta de Pablo a los tesalonicenses celebra una iglesia floreciente. A pesar de la persecución y el sufrimiento esta comunidad de seguidores de Jesús se ha mantenido firme en su compromiso con Jesús. Pablo los alienta aún más, poniendo la mira en el regreso del Rey Jesús cuando todo será restaurado.