En las comunidades cristianas, la palabra "evangelio" muchas veces se usa como una abreviatura del mensaje central de la fe cristiana. Sin embargo, el significado exacto de esta palabra varía según la iglesia, tradición o denominación. Para algunos, "evangelio" se refiere a que Jesús murió por los pecados de la humanidad. Para otros, puede referirse a la idea general de que Dios nos ama o que pasaremos la eternidad con él. Así que, si buscamos claridad, la mejor manera de avanzar es volver a la fuente original de esta palabra en la historia bíblica.
Un rescate de la realeza
A lo largo de la Biblia hebrea, vemos que los reyes que gobiernan a Israel son tan corruptos y violentos como los gobernantes de cualquier otra nación. Esto es un problema porque Dios había prometido a los antepasados de Israel que, a través de esta nación, Dios bendeciría a las demás naciones. En el libro de Isaías, el profeta anunció la buena noticia de que el Rey divino de Israel, el Creador de todas las cosas, iba a venir a la Tierra y sería coronado como el nuevo rey de Israel (Isaías 40-55). Pero, primero, había que lidiar con los reyes corruptos de Israel, esto es lo que vemos en el exilio de los israelitas a Babilonia (1-2 Reyes). Aunque aparentemente los reyes malvados de Israel o Babilonia eran quienes gobernaban el mundo, recibieron buenas noticias. El Dios de Israel es el verdadero Rey del mundo, y un día iba a venir para restaurar la esperanza al pueblo de Dios. (Isaías 40:1-11, 52:1-10).
La buena noticia que nadie esperaba
Jesús anunció la llegada del tan esperado Rey mesiánico de Israel, pero la forma en que ejerció su gobierno fue sorprendente. Cuando Jesús llegó a Jerusalén, la ciudad donde David reinó, no usó la fuerza violenta para inaugurar su Reino. En cambio, entró a la ciudad, llorando por su corrupción y destino (Lucas 19:41-44), y luego marchó hacia el templo, la sala del trono de Dios, para interrumpir el sistema de sacrificios y declarar que los gobernantes de Israel estaban llevando al pueblo hacia la destrucción.
Esto condujo al arresto final de Jesús, donde fue sentenciado como traidor porque afirmaba ser el rey de Israel y asesinado en un dispositivo de ejecución romano, la cruz. Pero el relato de la muerte de Jesús posiciona su crucifixión como su exaltación como Rey. Se le da una túnica, una corona, y un cetro, y los soldados se inclinan ante él. Para ellos, es una broma cruel, pero, en realidad, fue un anuncio regio, un evangelio. Jesús estaba siendo levantado como el Rey cósmico del mundo en su trono de madera, donde murió a causa de los pecados de sus enemigos. La cruz es el anuncio regio de que el propósito de Dios era rescatar a su mundo muriendo por él. Pero debido a que el amor de Dios es más poderoso que la maldad, él la venció con su vida de resurrección, y ahora la ofrece a cualquiera que se convierta y ponga su confianza en él.