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¿Cómo crea Dios a través de sus palabras?

¿Cómo crea Dios a través de sus palabras?

El poder vivificador de la Palabra de Dios en Juan 1

Juan comienza su Evangelio con un acertijo. "En el principio ya existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios". ¿Qué quiere decir esto? ¿Por qué Juan presenta a Jesús como la Palabra de Dios?

Tres contextos importantes influencian la introducción de Juan.

  1. Las palabras de Dios crean vida en Génesis.
  2. Los libros de Salmos y Proverbios ponen aún más de manifiesto las palabras divinas y la persona de Génesis 1.
  3. La literatura judía y griega contemporánea al Evangelio de Juan revela la existencia de una conversación más amplia sobre la compleja naturaleza de la identidad de Yahweh como la palabra divina de la creación.

En las palabras iniciales, Juan recurre a estas tres fuentes y a medida que comprendamos mejor cada fuente, podremos entender mejor el prólogo de Juan 1:1-18.

Juan 1 y Génesis 1

Génesis 1:1 dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". ¿Cómo lo hizo? Al continuar leyendo, vemos que Dios dijo: "Sea la luz". A partir de ahí, cada vez que Dios habla comienza un nuevo día en la creación. Y como los días tercero y sexto incluyen tres momentos adicionales en los que Dios habla, la frase "Dios dijo" se repite un total de 10 veces para describir la creación del cosmos. Entonces, ¿qué significado tiene esto y cómo nos ayuda a entender la introducción de Juan?

Hablar es una acción propiamente humana que requiere un cuerpo físico. Aunque el autor de Génesis considera que Dios es un ser puramente espiritual, nos dice que Dios "dijo" cosas. Describir a Dios con características humanas es un ejemplo de "antropomorfismo", que consiste en que los autores usan las características o descripciones humanas para hablar de cosas o seres no humanos. Este ejemplo de Génesis 1 es el primer antropomorfismo de la Biblia y, Juan se refiere al mismo al principio de su Evangelio. En alguna manera, Dios usó la palabra para crear todo lo que fue hecho.

Analicemos la importancia del habla. Dios podría haber asentido con la cabeza, parpadeado o bien podría haber hecho un gesto con la mano, pero en lugar de eso se le describe hablando. Las palabras expresan la mente, la voluntad y el carácter de una persona. Las palabras revelan identidad. Podemos darnos cuenta de muchas cosas de una persona basándonos en lo que vemos, pero solo podemos comenzar a conocerla personalmente cuando nos habla. Cuando Dios creó el universo, habló para que existiera. "El Verbo se hizo carne" (Juan 1:14).

La creación comienza con Dios que habla, y luego comienza una nueva creación cuando esta "Palabra" de Dios que habla, se convierte en un ser humano de carne y hueso, la persona viva y activa de Jesús. Como dice Juan: "En Él estaba la vida, y la vida era la Luz de los hombres" (Juan 1:4).

La palabra de Dios en Salmos y Proverbios

Aunque Génesis 1 presenta la persona divina y la palabra creativa de Dios, los libros de Salmos y Proverbios exploran esta idea con mayor profundidad. Las palabras clave y las imágenes de Génesis 1:1-3 están enlazadas en múltiples lugares a largo de Proverbios y Salmos.

Juan, al presentar a Jesús, refleja una profunda comprensión de estos pasajes y nos muestra cómo los interpreta. Por ejemplo, una comparación de Juan 1:3 con Proverbios 3:19, Proverbios 8:22-23, Proverbios 8:30 y el Salmo 33:6 puede ayudarnos a entender por qué Juan veía a Jesús como la encarnación de la sabiduría. Antes de que la Palabra de Dios se hiciera humana en Jesús, él era la sabiduría que estableció los cimientos de la Tierra. Él puso los cielos en su lugar, hizo las estrellas y vive activamente al lado de Dios.

En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios... estaba con Dios en el principio...

Juan 1:1-2
En el principio, Elohim creó los cielos y la tierra... el espíritu/aliento de Elohim sobrevolaba las aguas, y Elohim dijo...

Génesis 1:1-3

Yahweh me poseyó [la sabiduría] al principio de su camino, antes de sus obras de antaño. Desde la antigüedad fui establecida, desde el principio...

Proverbios 8:22-23

Allí estaba yo junto a él, como un maestro artesano...

Proverbios 8:30
Todas las cosas llegaron a existir por medio de él, y sin él no llegó a existir nada de lo que ha llegado a existir.

Juan 1:3
Génesis 1:3, etc... (un total de 10 veces en Génesis 1)
Y dijo Dios...

Mediante la sabiduría Yahweh fundó la tierra, mediante el entendimiento estableció los cielos.

Proverbios 3:19

Por medio de la palabra de Yahweh fueron hechos los cielos, y por el espíritu/soplo de su boca todo su ejército.

Salmo 33:6
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Y la luz brillaba en las tinieblas, y las tinieblas no pudieron comprenderla.

Juan 1:4-5
Y dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz. Vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas.

Génesis 1:3-4

La palabra de Dios en la literatura judía y griega

Juan no fue el único que vio una figura divina detrás de los enlaces poéticos del relato de la creación. Otras obras de la literatura judía antigua se basaban en una concepción similar. Por ejemplo, las primeras traducciones e interpretaciones de Génesis 1:1 al arameo revelan que muchos entendían la naturaleza de la identidad de Yahweh como la Palabra de Dios.

Desde el principio, mediante la sabiduría, el hijo de Yahweh creó los cielos y la tierra.

o

Desde el principio, mediante la sabiduría, la palabra de Yahweh creó y completó los cielos y la tierra.


Y la tierra estaba vacía y sin forma, desolada de hombres y bestias, vacía de cultivación de plantas y árboles, y la oscuridad se extendía sobre la faz del abismo, y un espíritu de misericordia de parte del Señor soplaba sobre la superficie de las aguas. Y la palabra del Señor dijo: "Sea la luz", y hubo luz según el decreto de su palabra.

La Biblia en arameo: Targum Neofiti 1: Génesis, traducción al inglés Martin McNamara, vol. 1 (Collegeville, MN: The Liturgical Press, 1992), Génesis 1:1-3.

Además, los antiguos filósofos griegos entendían la idea de "palabra" (en griego logos) como "la sabiduría omnipresente por la cual todas las cosas son dirigidas" y "la palabra divina recibida por el profeta, que se convierte casi en equivalente a Dios" (George R. Beasley-Murray, Juan, tomo 36, comentario bíblico de la Palabra).

El antiguo filósofo judío Filón de Alejandría elaboró la primera síntesis de la filosofía judía, bíblica y griega. Él identificó al logos como una persona y fusionó su comprensión con la descripción que hace la Biblia hebrea de los atributos divinos de Yahweh.

Juan 1 y Hebreos

La introducción en forma de acertijo de Juan sobre Jesús es extraña al principio, pero Génesis, Salmos, Proverbios y otras obras de la literatura judía y griega nos permiten comprender el significado de Juan.

En Génesis, la creación comenzó cuando Dios creó vida con su palabra. Ese comienzo fue bueno, pero cuando las criaturas de Dios rechazaron sus palabras de vida, toda la creación cayó en una espiral hacia la muerte. El mundo necesita un nuevo comienzo, así que Dios continúa hablando su palabra divina una y otra vez. Este tema continúa en Salmos y Proverbios, ya que las palabras de sabiduría de Dios poéticamente continúan dándole forma a toda la existencia, de acuerdo con su propia sabiduría.

Juan reconoció a Jesús como la encarnación de esa sabiduría. La antigua literatura judía y griega también interactuaba con concepciones similares sobre la identidad de Dios y la naturaleza del cosmos. Juan entreteje todas estas ideas llegando a una conclusión sorprendente: la palabra al comienzo de la vida se convirtió en un ser humano, al que podemos ver y conocer personalmente. Ahora podemos relacionarnos con la Palabra que le dio forma al universo. El Verbo o Palabra es una persona y él puede dar nueva forma a nuestras vidas.

El autor de Hebreos desarrolla aún más esta idea.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. No hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta.

(Hebreos 4:12-13)

La Palabra de Dios en nuestras vidas

La palabra de Dios se convirtió en una persona, viva y activa. Él lo sabe todo sobre nosotros, no solo porque nos creó, sino porque se convertió en uno de nosotros. Mira los siguientes versículos de Hebreos 4.

Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

(Hebreos 4:14-16)

El autor de Hebreos nos muestra que la palabra viva y activa se convirtió en un humano que fue tentado como nosotros y que sufrió como nosotros, por lo que puede compadecerse de nuestras necesidades y debilidades. Debido a eso, se nos invita a que mantengamos nuestras palabras alineadas con las suyas (Hebreos 4:14). Y como sus palabras son bondadosas y verdaderas, podemos tener confianza y acudir a él para obtener todo lo que necesitemos (Juan 1:14, Hebreos 4:15-16). Así es como la palabra de Dios puede darle forma y recrear activamente nuestra vida.

En el Evangelio de Juan, Jesús es llamado la Palabra de Dios porque es la encarnación humana de la palabra eterna de Dios que creó la vida en el principio y sigue iniciando la vida de la nueva creación activamente hoy. A medida que escuchamos las palabras de Jesús y dejamos que nos moldeen para recrearnos, hacemos eco de sus palabras creadoras de vida y participamos en la misión de Dios para renovar toda la creación.

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