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¿Cómo cumple la Ley Jesús?

¿Cómo cumple la Ley Jesús?

El significado de Mateo 5:17 a la luz de la historia bíblica

Seguramente has oído decir que Jesús vino a cumplir la ley, pero déjame decirte algo, Jesús nunca hizo esa declaración. En Mateo 5:17, vemos que Jesús dijo que vino a cumplir "la Ley y los Profetas", una frase tradicional que se refiere a toda la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento). Sin embargo, Jesús no está hablando de la simple obediencia a los estatutos. Para Jesús, cumplir los 613 mandamientos de la ley es importante, pero cumplirlos de verdad o "cumplirlos plenamente" es algo más.

Entonces, ¿qué quiso decir realmente Jesús? ¿Qué significa cumplir la Ley y los Profetas plenamente? Podemos abordar la pregunta en dos partes.

Primero, el contexto nos muestra cómo Jesús cumple la ley al completar una larga historia. La Ley y los Profetas describen un tiempo en el que Dios iba a comenzar a sanar a toda la humanidad y la creación a través de una persona clave (y un grupo de personas). Mateo creía que Jesús estaba cumpliendo la Ley y los Profetas al convertirse en esa persona clave.

En segundo lugar, Mateo 5:17 forma parte del Sermón del Monte (Mateo 5-7), donde Jesús enseña a partir de la Biblia hebrea. Jesús está dando instrucciones en cuanto a un tipo de justicia específica (una forma de relacionarse correctamente con Dios y con el prójimo) que la Ley y los Profetas habían descrito durante mucho tiempo. Seguir esas instrucciones cumple plenamente toda la Escritura.

Es cierto que Jesús fue obediente a la Ley y a los Profetas, pero su obra más profunda consistió en darles cumplimiento. Él y sus seguidores viven de una manera poderosa, de hecho, las Escrituras hebreas hablaron al respecto desde "el principio..." (Génesis 1:1).

Jesús cumple la historia bíblica

En el jardín del Edén, después de la decisión de la humanidad de desobedecer a la primera instrucción de Dios (Génesis 3), leemos sobre muchas personas, como Moisés y el pueblo de Israel, que trataron de colaborar con Dios, pero se quedan cortas. Jesús logró lo que esos socios humanos intentaron, pero no pudieron cumplir: es una forma de entender qué significaba para Jesús cumplir la Ley y los Profetas. Otros cumplieron parcialmente lo que Jesús cumplió plenamente.

Imagina lo que debe de haber sido para un judío del siglo I escuchar a un orador experto contando la historia de Jesús. El orador comienza con el nacimiento de Jesús, describiendo cómo el odio y los celos del rey Herodes lo llevaron a ordenar el asesinato de todos los niños varones de la región (Mateo 2). De inmediato, uno comienza a encontrar los puntos de conexión entre Herodes de Israel y el Faraón de Egipto, que también ordenó el asesinato de los bebés varones israelitas en su región (Éxodo 1).

La historia fundacional de la salvación de tu pueblo parece estar sucediendo de nuevo, pero de una forma nueva. Moisés huyó de su tierra para sobrevivir, pero regresó para liberar al pueblo. El orador dice que Jesús y su familia también huyeron para sobrevivir y que también regresaron (Mateo 2). El regreso de Moisés inició un éxodo: un escape de la esclavitud a la libertad a través de las aguas (Éxodo 4-10). ¿Acaso Jesús es un nuevo Moisés que está iniciando un nuevo éxodo?

Luego escuchamos que Jesús pasó por el río Jordán en su bautismo, lo que indica su intención de guiar a todo el mundo de forma segura a través de las aguas para que lleguen a un mundo renovado (Mateo 3), lo cual se parece mucho a cuando Moisés guió al pueblo a través de las aguas del mar hacia la tierra prometida de Dios. Y cuando el orador termina de contar la historia de Jesús, no podemos evitar ver las conexiones. Jesús es exactamente como el ungido del que hablan los profetas, que pasa por el mismo tipo de pruebas que pasaron Moisés, Israel y otros personajes clave de la Biblia hebrea (pero que no superaron).

Como nuevo líder israelita, Jesús se mantiene fiel a Dios a través de todas las pruebas, cumpliendo la Ley y los Profetas en todo momento (Mateo 4). Y, curiosamente, esto no tiene que ver solo con Jesús. Al elegir y guiar a un grupo cada vez mayor de personas que eligen seguirlo, Jesús cumple plenamente otra parte de la historia que muchas veces se pierde de vista.

Podemos ver todo esto claramente en su Sermón del Monte.

Jesús enseña cómo cumplir la Ley y los Profetas

Mateo capta la enseñanza más conmovedora de Jesús en los capítulos 5-7, muchas veces llamada el Sermón del Monte. Jesús inicia con su visión para la humanidad en el Reino de los cielos (Mateo 5:1-12). Es un Reino al revés donde los humillados y afligidos hallan honor y nunca más vuelven a experimentar maltrato. Es un mundo donde el mayor poder es el amor, no lo son la riqueza ni el poder. Es un Reino donde los caminos de Dios y los caminos de la humanidad se unen como uno solo.

La vida en el Reino de Dios, dice Jesús, tiene que ver con culminar (o cumplir plenamente) el amor de uno mismo por los demás. Al amar a Dios y al prójimo, las personas promedio se unen a Dios en la obra de establecer su Reino (por ejemplo, Mateo 22:37-40; Juan 13:34-35, 17:20-26). Mediante su amor, las personas que viven en el camino de Jesús ven con buenos ojos que los demás entren al mundo de Jesús, donde se encuentran el Cielo y la Tierra (véase Mateo 5:14-16; Isaías 2).

Por ejemplo, el mandamiento "no matarás" parece ser factible a primera vista: basta con no matar a nadie. Pero Jesús sugiere que ese no es el objetivo principal de la ley. Es verdad que el objetivo era ponerle fin a la violencia humana, pero, sobre todo, consistía en guiar a las personas a que adoptaran actitudes y formas de amarse los unos a los otros. Cuando evitamos el homicidio, cumplimos la ley parcialmente. Cuando amamos, la cumplimos plenamente.

El erudito del Nuevo Testamento R. T. France dice que las enseñanzas de Jesús "no tienen tanto que ver con el objetivo negativo de evitar el mal, sino que se enfocan más en el objetivo positivo de descubrir y hacer lo que realmente es la voluntad de Dios para su pueblo"1. El apóstol Pablo concibe las enseñanzas de Jesús de la misma manera. "Miren que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino que procuren siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos" (1 Tesalonicenses 5:15).

Leída por sí sola, si no la relacionamos con el resto de la historia bíblica, la ley bíblica muchas veces es malinterpretada, lo cual nos lleva a comportamientos que aparentan ser religiosos, pero que le abren la puerta al desprecio y al odio en forma permanente en nuestros corazones. Sin embargo, Jesús y los apóstoles dicen que los mandamientos, leídos junto al resto de la Biblia hebrea, son instrucciones que restauran el amor mutuo entre los seres humanos (por ejemplo, Mateo 5:17-19, 7:12, 22:37-40; Gálatas 5:14; Romanos 13:8-10; Santiago 2:8).

De esta manera, el amor cumple plenamente la Ley y los Profetas.

Los dos grandes mandamientos

"Por eso, todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos, porque esta es la ley y los profetas", dice Jesús (Mateo 7:12). Al final del Evangelio de Mateo, Jesús también dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el principal y más grande mandamiento. El segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37-40).

Desde el jardín del Edén hasta la época de los profetas y aún después, Dios no solo estaba construyendo la expectativa por la llegada de Jesús, sino que también estaba obrando para convertir a la humanidad en un pueblo que viva y ame como Cristo. Él es el aquel que Dios había prometido que traería sanidad a toda la humanidad y a la creación (véase Isaías 50:4, 54:13; Jeremías 31:33-34; Juan 12:32; 2 Corintios 5:19).

Aprender y practicar el camino del amor de Jesús es confiar en que Dios está cumpliendo sus promesas establecidas desde hace mucho tiempo: reunir el Cielo y la Tierra. Es una vida que cumple plenamente todo lo que Dios está haciendo a través de la Ley y los Profetas.



  1. France, R.T. The Gospel of Matthew (Grand Rapids: Eerdmans, 2007), 197.
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