La gracia de Dios es un don gratuito, a menudo descrito con términos como "inmerecido" o "favor inmerecido". Dios no toma en cuenta los éxitos y fracasos de la gente para determinar quién recibe su amor o su vida. En lugar de ello, desde la intención bondadosa de su voluntad, Dios otorga toda bondad gratuitamente y además, en la Biblia él mismo se describe como lleno de gracia. Numerosos versículos bíblicos reflexionan sobre el significado y la profundidad de la gracia de Dios, así que comencemos por analizar el significado hebreo de la palabra gracia.
En Éxodo 34:6, los autores bíblicos utilizan "lleno de gracia" (khen en hebreo) para describir una de las formas en que Dios se describe a sí mismo. Pero, ¿qué significa "lleno de gracia"? En nuestro mundo moderno, "tener gracia" suele describir a una persona generalmente amable o cortés. A veces, se refiere a actitudes amables en situaciones difíciles: "Tuvo gracia con ese cliente maleducado". O puede ilustrar a una persona indulgente y compasiva: "Qué gracia tuvo al darte una advertencia", o, "La sentencia indulgente del juez mostró gracia".
Estas diferentes definiciones de alguien que tiene "gracia" están unidas por un tema clave: una persona se muestra bondadosa con otra por amor, no porque se lo merezca. El significado bíblico de gracia transmite la misma idea clave. Por eso, cuando Dios describe su carácter personal como lleno de gracia hacia todos los seres humanos, está diciendo que nos ve como tesoros, que se deleita en nosotros y que da buena vida a todos.
La gracia como belleza
Para comprender la gracia de Dios en la Biblia hay que empezar por analizar la palabra hebrea para "gracia", khen (חֵן). (Para pronunciar esta palabra, di "jen" carraspeando un poco al principio). En hebreo, khen es cualquier cosa que induce una respuesta favorable o algo por lo que nos sentimos atraídos, algo elegante, encantador o bello. Cualquier cosa que nos produzca deleite podría llamarse khen.
En Proverbios 3:22, los autores bíblicos comparan la sabiduría de Dios con un collar llamado "adorno de khen", que suele traducirse como "adorno de gracia". Llevar un collar produce deleite a quien lo lleva y a quien lo ve puesto. En el Salmo 45:2, se dice que un poeta dotado tiene labios de khen, que suele traducirse como "labios de gracia". Los labios del poeta crean belleza cuando los utiliza para su poesía. Es la imagen de un artista humano que comparte la gracia de Dios con todos. En Proverbios 5:19, al ciervo que se mueve con rapidez y elegancia se le llama "ciervo de khen", o ciervo agraciado.
El significado hebreo de gracia es polifacético, y estos ejemplos de khen captan la belleza, la elegancia y las cosas que valen la pena atesorar. Encontrar khen es encontrar un tesoro.
La gracia como favor
En los pasajes bíblicos en los que alguien pide ser tratado como un tesoro, o ser tratado favorablemente, vemos otro significado de la gracia en la Biblia. La frase: "encontrar o hallar khen" ante los ojos de alguien es una frase bíblica popular, utilizada 47 veces a lo largo de la Escritura. Y se utiliza exclusivamente cuando alguien de estatus superior mira a alguien de estatus inferior con favor.
Por ejemplo, José era un esclavo que encontró o halló khen a los ojos de su amo Potifar (Génesis 39:4). Cuando Potifar vio a José, no lo trató mal. Yahweh estaba con José y Potifar se deleitaba en lo que veía. Potifar eleva a José a un estatus superior y lo pone al frente de su casa.
Otro ejemplo de esto es cuando el terrateniente Booz cuida de Rut, una inmigrante viuda, permitiéndole cosechar los cultivos de su campo, gratuitamente. En respuesta a su generosidad, ella dice:
¿Por qué he hallado khen ante sus ojos para que se fije en mí, siendo yo extranjera? (Rut 2:10)
Y en Ester 4:8 y 8:3, Ester se dirige al rey Asuero para pedir que su pueblo sea librado de la destrucción. Ella pide favor para su pueblo a alguien de estatus superior, él rey no tiene por qué conceder la petición, pero lo hace y esto es un acto de gracia.
Cuando alguien con autoridad considera a alguien de estatus inferior digno de khen (favor), esa persona de estatus inferior es tratada con mayor consideración de la que requeriría su verdadera posición. Y lo contrario también es cierto. Alguien de posición inferior puede pedir a alguien superior que encuentre khen a sus ojos en su favor. Esto es lo que significa "encontrar o hallar khen" a los ojos de otro.
La gracia como acción
Llevemos esto más lejos. Khen también puede ser una acción: puedes favorecer a alguien. En este sentido, khen se utiliza como un verbo, y la forma del verbo de khen es khanan (חנן). (Practiquemos esa pronunciación de nuevo. Di "janan", ¡pero carraspea!) Cuando se utiliza como verbo, esta palabra significa que estás otorgando khen (deleite, favor o valor) a alguien. Y recuerda, esto siempre se refiere a un acto de generosidad o favor de alguien de estatus superior a alguien de estatus inferior.
Por ejemplo, en Ester 4:8 y 8:3, Ester se presenta ante el rey Asuero para pedir que su pueblo sea perdonado de la destrucción. Ella pide khanan. Ester es una subordinada que hace una petición a un superior que no está obligado a concederla. Pero lo hace, y esto se llama khanan (mostrar favor).
Un Dios lleno de gracia
Cuando alguien muestra una actitud constantemente favorable hacia las personas de estatus inferior, puede decirse que es una persona llena de khen. Se trata de khen usado como adjetivo, y la forma adjetiva es khanun (חַנּוּן). (¿Cómo va ese carraspeo?)
En la Biblia, la persona más khanun es Dios mismo, que no fue creado y está por encima de todas las cosas creadas, incluida la humanidad. Pero Dios siempre mira a los humanos con favor. Dios nos aprecia porque es el artista que hizo a cada uno de nosotros. De hecho, la historia de la Biblia muestra que los humanos meten la pata constantemente, corrompen la creación y a los demás mediante la violencia y el miedo, el engaño y la codicia. Pero la gracia de Dios es el don inmerecido que nos permite sanar y liberarnos de la corrupción. Él no espera a que nos liberemos volviéndonos dignos. Él otorga bondad a todos por puro amor, nada más ni nada menos. Dios es khanun; tiene gracia.
En Éxodo 34, Dios libera a los israelitas de la esclavitud y, en esa libertad, también llega a un acuerdo con ellos. Pero el pueblo viola los términos de este acuerdo casi inmediatamente. Subvirtiendo nuestras expectativas, Dios responde a esta rebelión con gracia, a la grande. Se describe a sí mismo como bondadoso, compasivo, lento para la ira y lleno de gracia. En ese momento, Dios le dice a su pueblo que le sigue favoreciendo. Cuando nos rebelamos y elegimos nuestros caminos en vez de los de Dios, él está a nuestro favor, y su gracia lo compele a amar sin fin.
La Biblia celebra este atributo de Dios, su gracia, el favor constante que muestra hacia la humanidad. Podemos confiar en la gracia de Dios hacia nosotros, y podemos sentirnos legitimados para pedírsela. El significado de la gracia se desvela a lo largo de la Escritura y se muestra como el don inmerecido que realmente es.
El Señor es compasivo y khanun ("lleno de gracia")
lento para la ira y abundante en amor leal.
No nos acusa siempre, ni permanece airado.
No nos ha tratado según nuestros pecados
ni nos ha recompensado según nuestras iniquidades.
(Salmo 103:8-10)Ten khanun ("gracia") conmigo según tu amor leal
según tu compasión borra mis actos rebeldes.
(Salmo 51:1)
¿Qué es la gracia de Dios en la Biblia? Es una acción y es la esencia de la naturaleza misma de Dios. Él siempre nos muestra su favor, incluso cuando lo traicionamos o le damos la espalda. A lo largo de la Biblia, vemos que el Dios del universo busca constantemente el modo para reconciliarse con una humanidad de corazón duro, temerosa y dolida. Él nos ama y, por eso, nos da lo mejor que tiene, incluido a sí mismo.